Febrero.

Ducha nocturna -que sienta genial-. Lavar el pelo dos veces, una más en las raíces -aquí se me ensucia más-. Intentar secarlo bien; cansarse antes. Ponerse crema, que hace frío y la piel se seca -más-. Moño alto, desenfadado -¿qué significará eso?-; gafas de pasta y libros que hago que leo cuando realmente miro Girls
Ah, cena de hamburguesa vegetariana -que resultaba llevar clara de huevo, de huevo de pollo (por si no lo deducía, la etiqueta lo aclaraba)- con mezcla de frutos secos -dentro de la hamburguesa, hiperalergénica- y ensalada de pepino holandés -como casi cada día-. ¿Se puede ser más hipster?


(-Sí.)



Así son mis viernes por la noche: este es mi trabajo. Y me gusta.






PD: Mañana, Lille.

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