Suzanne [and you want to travel blind]

Ya llevo unos días en casa, unos, los podría contar -no hace falta. Es extraño, como todo, como siempre. Cada vez voy asumiendo con mayor asombro, y sin saber muy bien si es algo que me gusta o no, que aquello de home is where your heart is es "muy verdad", al menos para mí. Y sí, Palma, me encantas, pero también me encantan otros sitios. Los amores, como todo, van y vienen, como yo. Y aunque siempre queda algo remanente, seguimos caminando, moviendo los pies, y echando de vez en cuando la vista atrás para sonreírnos por dentro y asentir en paz -al menos, eso es lo que esperamos que suceda la mayoría de las veces, otras, no somos tan afortunados, lo que tampoco está tan mal, ¡qué coño, somos jóvenes!-. 

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En estos días Palma me ha dado más que en meses. Encuentros más o menos exitosos -y los que quedan, brf-, más o menos interesantes, más o menos aburridos e incluso decepcionantes -sí, El Chico Aquel, qué poco me interesa, qué lejos me queda, qué lejos estoy-. Pero sobre todo noches y mar, Palma cuando vive, cuando vivo -más-, que es en verano, se reduce a eso, días en el mar y noches frente al mar.

Playas y piscinas y montañas de día, tanto en el trabajo como al salir de él. Realmente estoy teniendo todo lo que quería, y eso es muy bien.

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Ay, chicos, os quiero mucho, a los que estáis y a los que no. A los que venís a la murada a simplemente estar, a hablar y a correr y recorrer la vida a través de las palabras. A los que venís a la playa a simplemente estar, a nadar y a jugar y a tumbarnos al sol, sea lunes o no. A Kika, que está por ahí de alguna manera casi cada día. A Paula, que ha vuelto. A Pochis, que es igual que ella. A mi mono favorito, que me ceba a plátanos y a ratos guays. A Manú, que comparte mis inquietudes. A Ferran y Marta, que siempre están ahí pese a no estar conmigo la mayor parte del tiempo y que siempre lo hacen todo mejor.

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Pd: Tengo un trabajo que me encanta -¡siento que me pagan por jugar!- y que me sorprende mucho que sea así. Ni yo ni nadie pensaba que me iban a gustar tanto los niños, pero tampoco es extraño si pensamos en lo que me gusta jugar y las cosas sencillas. Ya me dedicaré a pensar a partir de septiembre. Realmente pocos confiaban en mi éxito en la aventura belga, y aquí estoy, contenta de haberlo hecho y contenta de seguir así aquí.