Kerouac.

Anoche fue la verbena de Campos, la revetlla (esta palabra me gusta más) de Campos. Un año más, como ya hiciéramos el pasado 1 de agosto, nos organizamos de mejor o peor manera y llegamos a la casa de siempre para estar todos juntos. Nosotros, Ferran, Manú y yo, llegamos cantando.

Allí estuvimos, sentados en el suelo, a oscuras, bebiendo poco (aunque solo fuera por esta vez) y, principalmente, estando con nosotros. Unos se fueron antes, otros, nosotros, nos quedamos más tiempo. Más tiempo para hablar de nuestras cosas, para hablar en sim, o en sueco, o en pingu, que viene a ser lo mismo,... más tiempo para estar nosotros con nosotros.

Y en estas nos fuimos a la fiesta, que, en sí, fue sin más pero que también fue genial -¡cómo no lo iba a ser con la camisa de Rorris! Y en estas nos fuimos de la fiesta, a la playa, al mar. Previo paso a desayunar, previo paso al primer forn abierto que encontramos, donde nos acabamos encontrando todos.

Al fin, el mar. Al fin, nadar desnudos, los que quisieron hacerlo, claro. Nadar hasta la boya, sin ropa, a las 7am del 10 de agosto, sin mayor razón que querer hacerlo. Sin ropa, sin más. Y de vuelta al coche; de vuelta a Palma. Nosotros, Ferran, Manú y yo, llegamos cantando.

* * *

Esta tarde, cinco o seis años después de recibirlo, he acabado de leer On the road, de Kerouac. Una edición que, aunque bonita, no tiene ni bien traducido el título. Una vez acabado puedo seguir diciendo lo que ya decía cuando solo llevaba un tercio leído: que sí, que "alegría de vivir"; que sí, que hay buscar la felicidad constantemente; que sí, que los amigos son importantes; que sí, pesado. Que sí, que esta búsqueda es necesaria, y en ello consiste, más o menos, mi vida; pero la vida no es un camino en sentido literal, y en consecuencia la meta no está necesariamente al final del camino, o en algún punto de la carretera. Pero esta búsqueda no precisa de drogas (que tampoco están mal), pero sí precisa de algo que en el libro se pasa por alto una y otra vez: precisa del amor, de los amigos, de quienes sea. Esta búsqueda consiste en estar bien, aquí y donde sea (aunque en el migjorn mallorquí sea infinitamente más fácil).

Vos estim a tots igual

Xaviera, demuestra que no eres un robot.