Cadeautjes

Los días pasan y no me gusta. Me gusta pasarlos y me encanta vivir, así, en general, pero que los días pasen y se queden atrás es como feo.

Con todo, hay dos días en el año que me encanta pasar: mi cumpleaños, y Sant Jordi. Sant Jordi, con sus libros, que son parte de mi vida, aún está por venir -y tampoco tengo prisa, vendrá de todos modos-. Mi cumpleaños, por otra parte, fue ayer.

Sin darme cuenta hasta que Llumdi me lo dijo, resulta que tengo por costumbre celebrarlo diez días antes, para poder estar con todas mis familias. Sin darme cuenta tampoco, llegué al día de ayer, que, sin ser nada, lo fue todo.

* * *

Volví a San Sebastián con la mirada y la cabeza puesta en muchas cosas y en muy pocas a la vez. Por primera vez sentía que mi otro San Sebastián, Palma, podía ser mi casa de nuevo. Pero ya se me acaban las excusas para perder aviones y, aunque no hubiera estado de más, me subí al que me esperaba y partí. Por primera vez también, sentía que estaba haciendo las cosas bien y que enfadarme conmigo misma tampoco era pertinente ni necesario. 

* * * 

Y vuelta a casa, a una de ellas, a la que me toca hoy. Y esperar a mi cumpleaños como ahora le espero a él y a San Sebastián y, todo sea dicho, también como en cierto modo espero el regalo del señor -la curiosidad mató al gato, suerte que ellos tienen muchas vidas-.

Mi día favorito ya ha pasado, y sin ser nada, lo fue todo. Gracias, chicos, y gracias, Saima.

"Fer el màster amb vosaltres és el millor que hi ha".

Son mis versos homenaje, tú ya sabes para quién.

Que suerte que aún hay gente que lo hace fácil.

A Ahmed, Amy, María, Rémy, Saima...

y como siempre a Ferran, Marta, Paula, Pochis...